domingo, 16 de diciembre de 2018

La importancia de las praderas y el problema de los céspedes.



Artículo publicado originalmente en ingles en el sitio The Roaming Ecologist.
 
 

Por qué las praderas importan y los céspedes no (Por J.Crumpler)







Las praderas – esos complejos ecosistemas gravemente amenazados, comprendidos por pocos pero incomprendidos y destruidos por millones de personas.

 
Los céspedes  – esas miopes y obsesivas monstruosas monoculturas urbanas, sub-urbanas, y (cada vez más) rurales, que sustituyen a ecosistemas autóctonos a un ritmo de entre 5,000 y 385,000 hectáreas  por día*, en favor de entornos artificiales, estériles y repletos de químicos, cargados de una gran influencia europea que no proporciona ningún beneficio a largo plazo; ni alimento, ni agua limpia, ni hábitat para la fauna salvaje y ningún fundamento para la preservación de nuestra otrora rica herencia natural. Ahí tenemos la insoportable ubicuidad de la podadora asociada a una practica cultural tan inútil, que además crea una vergonzosa cantidad de contaminación del aire, auditiva y acuífera, y una desbordante actividad que destruye muchas mañanas apacibles. El césped americano es el arquetipo de la insostenibilidad.



[ * La discrepancia se debe a los gastos. Sería extremadamente caro para los contribuyentes e instituciones el obtener la imaginaría satelital necesaria para desempeñar un análisis detallado, respecto a cuanto césped existe en realidad. Teniendo en cuenta igualmente, que muchos céspedes se « esconden » bajo las cubiertas de los arboles y bosques urbanos, por ello, las cifras que he citado son bastante conservadoras, en el mejor de los casos. Haz click aquí para una explicación más profunda. También asumo que tales cifras fueron tomadas de las tasas de expansión urbana, que varía cada año, década tras década etc.]

Tal y como señala elocuentemente un comentarista en internet llamado Carrie, « como nación, tenemos demasiado césped haciendo demasiado poco por nosotros ».





¿Cuánto césped es demasiado césped? 41 millones de hectáreas. Esa cifra hace del césped la planta bajo irrigación más propagada en los contiguos estados de Estado Unidos. Se irriga 3 veces más superficie cubierta de césped que lo que se irrigan los campos de maíz, y esto es una estimación conservadora. Toda esa agua otrora preciosa, gastada en esas 41 millones de hectáreas de ridículo y no-autóctono pasto, para conservarlo inaturalmente verde – ¿cómo puede ser tan ciega la gente?

Los céspedes, las granjas de cultivos en hileras, el « mejoramiento » de pastizales y la urbanización, son algunas de las mayores conversiones negativas de tierras de paisajes autóctonos, y contribuyen directamente a la destrucción de la vida salvaje y los hábitats de plantas autóctonas al rededor del mundo. Mientras que los paisajes desaparecen, la vida salvaje desaparece, y de esta forma desaparecen a su vez los importantes procesos ecológicos que aseguran la producción de elementos vitales, como el agua potable, los « parachoques » contra el calentamiento global, y los controladores de inundaciones. El futuro de la especie humana depende fuertemente de la salud de los paisajes nativos.

Las praderas importan por sus inmensos sistemas radiculares; que son sistemas biológicos complejos, densos y extensos que almacenan un tercio del carbono (CO2) mundial, y consecuentemente depuran el agua que consumimos y que proviene de las nubes cargadas de humedad, precipitada sobre las diversas comunidades de plantas que la filtran a través de una masa de residuos, raíces, organismos del suelo y sus diversas capas. La calidad del agua siempre corresponde a los niveles de carbono en el suelo y las praderas son las mejores acumuladoras de carbono del mundo. Los céspedes no se comparan con las praderas y nunca lo harán.








Otras especies comunes de pastos para césped son los pastos : Bermuda (Cynodon dactylon), Zoysia(Zoysia spp.) y Bahia (Paspalum notatum), por citar sólo algunos.  Ninguno de estos son tampoco autóctonos, provienen de África, Japón y Brasil respectivamente.




Foto: En el extremo izquierdo, en 1er lugar se representa el césped común de Kentucky (Poa pratensis), nativo de Europa. El resto de las plantas son especies nativas/autóctonas de las praderas, reconstituyentes del suelo.


Pasto Bermuda (Cynodon dactylon). No todo lo que es verde es ecológico.



El pasto azul de Kentucky (« Bluegrass ») no es originario de Norte-América (un puñado de fuentes dicen lo contrario), entonces ¿porqué lo sembramos y seguimos sembrando otros herbajos no-nativos? ¿Es por temor a la naturaleza? ¿Es por desconocimiento de la verdadera belleza de los ecosistemas naturales salvajes? (Las asociaciones de propietarios y las leyes de zonificación territorial de vecindarios urbanos, son famosos por ello). ¿Qué es lo que está tremendamente mal con las plantas nativas, que introducimos otras especies no-nativas de otros continentes? ¿Será porque la mayor parte de la gente está impaciente con respecto a las plantas, y quieren algo que crezca rápido, que sea verde, se mantenga verde y tan plano como una mesa? – algo con que la Compañía Scotts ha exitosamente lavado el cerebro de millones de personas, haciéndoles creer que pueden adquirirlos, mediante ruidosos trabajos semanales, aunque no sin tomar un pedazo de sus sueldos y haciéndoles hacer un montón de trabajo sin nada que mostrar finalmente. Que vano, inútil y suicida. 



La negligencia de la población estadounidense y su obsesiva compulsión por los céspedes y sus absurdos y modestos fines, se extiende mucho mas allá del fracaso para lo que están hechos, es esa búsqueda de la gente de un insustentable e inalcanzable « césped perfecto ». Como se ha señalado anteriormente, los céspedes son una iniciativa/idea suicida – nos auto-envenenamos, envenenamos a nuestros hijos y al agua que bebemos, por algo que es totalmente obtuso e innecesario. ¿Porqué no hacer crecer un jardín? Un jardín, una pradera, una arboleda, un bosque o un  xeriscape,  que son infinitamente mejores que los difundidos céspedes estilo europeo, caros y difíciles de mantener.



Para resumir la miopía de los amantes del césped, hay una frase atribuida a Mark Twain que dice :

« No puedes depender de tus ojos cuando tu imaginación está fuera de foco »







3 comentarios:

Unknown dijo...

Me hacía falta leer algo así gracias.

nosequehagoaqui dijo...

Muy interesante, gracias por el artículo.

Unknown dijo...

Muy esclarecedor ,gracias !